Picante Chez Wong
Titulado La estupidez y el arte, este texto recoge parte de la conferencia de Wong en el Festival Eñe en Lima y que, por motivos ajenos a él, al final no pudo dar.
(17.05.11)
Picante Chez Wong
Titulado La estupidez y el arte, este texto recoge parte de la conferencia de Wong en el Festival Eñe en Lima y que, por motivos ajenos a él, al final no pudo dar.
(17.05.11)
«Estupidez es ser esclavo de nuestro ego, pero la mayor estupidez es serlo del ego ajeno» (MMC).
El arte de la estupidez es caminar sobre piedras flotantes dando pasos en falso.
La estupidez puede impedir que nos demos cuenta, que veamos lo obvio. Por estupidez también podemos hacer algo sabiendo que no deberíamos.
Existen las pequeñas estupideces de todos los días, impredecibles, sorpresivas: decir una tontería, hacer algo inadecuado, dejar de hacer lo que deberíamos hacer. Una estupidez puede cambiar el curso de nuestras vidas en mayor o menor grado y puede llevarnos al éxito o al fracaso.
Estupidez es valorar más a la obra que al artista. Un cuadro puede ser destruido o robado, un paisaje puede ser borrado, pero quienes crearon estas obras pueden hacerlas una y mil veces más y hacer otras mejores aún. El arte nace de un espíritu de belleza y este está en el hombre y en Dios.
¿Se puede hacer arte con una estupidez o por estupidez? Claro que sí, todo se puede, porque la estupidez es inherente al ser humano.
Las estupideces las cometen los gobernantes, los ejércitos, los sabios, los analfabetos, los padres y los hijos.
Si la vida está regida por la estupidez, si la estupidez gobierna al mundo, es una estupidez no ser feliz.
La estupidez puede hacernos lentos, torpes y llevarnos a no comprender o puede volvernos perversos, malos, semidioses destructores y dueños de falsas verdades.
El arte de la estupidez es caminar sobre piedras flotantes dando pasos en falso.
La estupidez puede impedir que nos demos cuenta, que veamos lo obvio. Por estupidez también podemos hacer algo sabiendo que no deberíamos.
Existen las pequeñas estupideces de todos los días, impredecibles, sorpresivas: decir una tontería, hacer algo inadecuado, dejar de hacer lo que deberíamos hacer. Una estupidez puede cambiar el curso de nuestras vidas en mayor o menor grado y puede llevarnos al éxito o al fracaso.
Estupidez es valorar más a la obra que al artista. Un cuadro puede ser destruido o robado, un paisaje puede ser borrado, pero quienes crearon estas obras pueden hacerlas una y mil veces más y hacer otras mejores aún. El arte nace de un espíritu de belleza y este está en el hombre y en Dios.
¿Se puede hacer arte con una estupidez o por estupidez? Claro que sí, todo se puede, porque la estupidez es inherente al ser humano.
Las estupideces las cometen los gobernantes, los ejércitos, los sabios, los analfabetos, los padres y los hijos.
Si la vida está regida por la estupidez, si la estupidez gobierna al mundo, es una estupidez no ser feliz.
La estupidez puede hacernos lentos, torpes y llevarnos a no comprender o puede volvernos perversos, malos, semidioses destructores y dueños de falsas verdades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame un comentario