SARTRE
¿Por qué siempre tienes razón?
¿Por qué me inspiras versos
que nunca irán a ninguna parte?
Te has pegado a mí, ya como una lapa,
ya como un gemelo siamés al que odio
y necesito como el aire que respiro.
Sartre, viejo cabrón, con ojos de topo
y boca de rana, engendro del demonio,
¡cuánto bien has hecho al mundo
con tu existencia comprometida con la nada!
Nos condenaste a que fuéramos libres
hasta para ser esclavos. Todo dependía
de nuestra elección. ¡Qué lucidez
más incordiante la tuya! Nosotros,
que hasta entonces sufríamos la pérdida
de nuestra dignidad como algo inexorable,
fuimos golpeados fieramente por tus insultantes ideas,
y la náusea, que provocaba nuestra autocompasión,
hizo el resto: recuperamos el papel de actores
de nuestro propio destino, ya sin interferencias
de poderes extraños. Nos tienen mucho miedo;
por eso, cada vez son más violentos.
Que bueno y que profundo el poema. Gracias Sally y Derruti por compartirlo. Besoss
ResponderEliminarQuerida Sally tienes un premio en mi blog esperándote.
ResponderEliminarUn abrazo y besos guapa!
Hola Jolie gracias por visitar y comentar en mi blog, ahora voy por el premio. Le doy las gracias a Derruti por permitirme pubicarlo
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