
Maria es la administradora del 315 de Grotta Perfetta, en Roma. Cuando muere repentinamente, deja una hija de seis años; y deja también una carta. La niña se llama Mandorla -Almendra-, y ya sólo su nombre encierra todo el encanto del que será su destino, ya que Maria ha dejado escrito que el verdadero padre de Mandorla es uno de los vecinos del edifi cio. Tras una asamblea en la que nadie confiesa su paternidad, se ponen de acuerdo en criar a la niña entre todos. Así, Mandorla irá cambiando de casa de los 6 a los 17 años, adaptándose a cinco diferentes modelos de familia que habitan el edificio. Una historia actual y conmovedora, que a muchos recordará a La elegancia del erizo, aunque con voz y personalidad propias.